Pedro Salinas junto a Jorge Guillén fueron los máximos representantes de la poesía pura. Salinas piensa que la poesía es “una aventura hacia lo absoluto”, además cree que conocemos las cosas por el accidente y por su existencia.
Jorge Guillén distribuye sus 9 libros poéticos en 3 fases o etapas.
En la etapa inicial (1923-1931) abundan poemas donde el yo único dialoga con el tú de las cosas y el diálogo con las cosas y consigo mismo, fusiona la vanguardia y la tradición. Pertenecen a él “Presagios”; “Seguro azar”; “Fábula y signo”. Se da la poesía pura sin valores afectivos humanos. La originalidad reside en la capacidad para vivir los objetos y darles un sentido humano.
En el ciclo verdadero (1933-1938) aparece el amor. Es la mejor etapa del poeta (mayor originalidad).Para unos la mujer amada simboliza la conciencia, otros creen que esta mujer es una amada real. El poeta vive en un mundo habitado solo por la amada y él “La voz a ti debida”, en “Razón de amor” son un “yo” y un “tú”, “Largo tormento”.
En la etapa de madurez (década de los 40), se exilió a Almería. Es una poesía abierta y variada, desde la contemplación de la mística, “El contemplado”, hasta el compromiso con la realidad en “Todo más claro” y “Confianza” (poemas). Cultivó el teatro, la narración y el ensayo. La obra queda editada en 1971 por su hija Solita Salinas y Jorge Guillén.
Vicente Aleixandre, su obra se divide en 2 etapas.
En la primera etapa, de la poesía primera a la plenitud: el protagonista es el mundo, el cosmos, la creación como fuerza amorosa en la que el ser humano es un elemento más entre las fuerzas de la naturaleza que han de fusionarse. El primer libro fue “Ámbito” (1928) y en él aparece el surrealismo. Inicia su etapa surrealista con “Pasión por la tierra” y sigue con obras como “Espadas como labios” o “La destrucción o el amor”. En estas obras se exaltan la libertad la eternidad.. de los seres frente a lo no auténtico.
Antes de la Guerra Civil “Mundo a solas”, es una visión pesimista del ser humano. En 1944 “Sombra del Paraíso” es la culminación de la primera etapa.
En la segunda etapa se centra en la poesía de integración y la poesía última.
En 1954 “Historia del corazón”, es un ciclo nuevo. El ser humano se convierte en protagonista, el gran tema es el transcurrir de la existencia humana y el poeta toma conciencia de que la vida es tiempo y circunstancia. “En un rastro dominio” y “Retratos con nombre” busca el sentido humano de su poesía. Se dan 2 libros independientes respecto al resto de su obra, “Poemas de consumación”, donde habla de la vida contemplada desde la vejez y la vecindad con la muerte. “Diálogos de conocimiento”, donde reflexiona sobre el enigma de la conciencia humana y sobre el sentido del mundo.
La poesía de Aleixandre es unitaria y trata de la comunicación primero con la naturaleza, segundo con los seres humanos y tercero consigo mismo.
Rafael Alberti, se divide en tres fases.
La poesía de la primera madurez (1924-1930), es la más vinculada a los criterios del 27. El centro de atención es “Marinero en la tierra”, Premio nacional de literatura, en el se recupera el verso tradicional, se centra en el desarraigo del poeta de el mar, su medio habitual. Presenta el mar como símbolo de fuerza y libertad, hay un paralelismo entre lírica tradicional y elipsis. Con la obra “Cal y canto” hubo un cambio visible influencia de Góngora en el cual se utilizan sonetos y tercetos y busca la lengua poética. Además la sintaxis, el vocabulario y los sonidos tratan de ligarse a la tradición.
“Sobre los ángeles” (1929) es la obra cumbre de la creación albertiana. Aparecen 4 grandes temas: el amor, la ira, el fracaso y el desconcierto. Se formula la desunión del cuerpo y del espíritu. Otras obras como “Sermones y moradas”…
La poesía social y política, “Con los zapatos puestos tengo que morir”, subtitulado “Elegía cívica” (1930). Comienza su andadura como “poeta en la calle”, posee un tono combativo, enérgico y decidido, culmina en “Un fantasma recorre Europa”. A partir de 1934, poeta de la revolución “De un momento a otro” y “Poesía e Historia” son el conjunto más representativo de esa actitud. La única excepción a la temática revolucionaria fue “Verte y no verte”. Elegías a Ignacio Sánchez Mejías se recoge en el poemario “Capital de la gloria”.
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