Las acotaciones de Valle tienen un carácter literario, utilizando un lenguaje connotativo, con el que describen ambientes, personjes e incluso narran acciones. Sus principales elementos caracterizadores son el uso del estilo nominal, de rimas internas, de la prosopografía para caracterizar personajes, el estilo caricaturesco y esperpentizador y la utilización de la etopeya para las cualidades de los personajes.
Lo que llama la atención de modo especial en Luces es la lengua popular de arrabal madrileño; y sobre todo, porque su uso no es exclusivo de los personajes de extracción social baja, sino de la mayor parte de los que aparecen en la obra. Ese modo de hablar es una mezcolanza de múltiples elementos. Señalaremos como los más relevantes el uso de vulgarismos, frecuentes en personajes de extracción social baja, los apelativos insultantes (coloquiales), términos y expresiones para referirse al dinero (camelar las tres beatas, pasta (hoy muy común), apoquinar, melopeas, estar afónico (sin dinero), parné), uso de apelativos eufemísticos irónicos e hiperbólicos, de gitanismos (dar mulé, mangue, gachí, gacho, panoli, chanelar), tendencia a abreviar nombres comunes o propios (La Corres, Don Latí, La Delega), deformación de palabras con sufijos extraños, uso de expresiones eufemísticas coloquiales e irónicas y, por último, las muchas referencias a lo animal que hay en los diálogos, que incluso llevan a Max Estrella a ver la vida como un corral.
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