Aunque desean encontrar nuevas fórmulas poéticas, no rompen con las tradiciones y sienten admiración por el lenguaje poético de Góngora, por los autores clásicos y por las formas populares del Romancero. A la par de lo tradicional, las corrientes de vanguardia, sobre todo el surrealismo, ejercen gran influencia en el grupo del 27.
Pedro Salinas: Nació en Madrid y fue catedrático en Estados unidos donde murió durante su exilio en 1951. Sus obras se señalan en cada una de las etapas de la generación del 27: En la primera etapa se aprecia la influencia de Juan Ramón Jiménez y revela su gusto por temas futuristas pero impregnados de la sensibilidad del poeta. Sus obras más destacadas son Presagios, Seguro azar y Fábula y signo. En la segunda etapa el tema predominante es el amor como algo alegre, vital e inherente al ser humano pero también un como un sentimiento de angustia. Sus obras más importantes son La voz a ti debida y Razón de amor. En la tercera etapa los temas son la muerte, la guerra y el exilio. Las obras son El contemplado, Todo más claro y España Confianza. También fue autor teatral y escribió dos libros de relatos breves y la novela La bomba increíble. Su estilo se caracteriza por la búsqueda de la esencia de la vida y de la belleza formal, lo que le lleva a utilizar la paradoja, juegos de ideas y metáforas. Emplea un lenguaje poético sencillo, predominan los versos cortos de rima asonante o sin ella y a escasez de adjetivos. Busca en su poesía lo más íntimo del ser humano.
Vicente Aleixandre: Nació en Sevilla y murió en Madrid tras una grave enfermedad que marcó su obra. Recibió el Premio Nacional de Literatura y en 1977 el Premio Nobel de Literatura. Su creación literaria se señala en tres etapas: la primera etapa con influencias neorrománticas Ámbito. A partir de entonces comienza su etapa surrealista con Pasión por la tierra y Espadas como labios. En La destrucción o el amor presenta la dualidad entre la muerte y el amor. La segunda etapa recurre al ser humano y como tema predominante el transcurrir de la existencia. Sus obras son Historia del corazón, En un vasto dominio y Retratos con nombre. En la tercera etapa utiliza la poesía como meditación sobre su trayectoria vital y retoma procesos surrealistas de su primera etapa. Pertenecen las obras Poema de la consumación y Diálogos del conocimiento. El estilo se fundamenta del uso de metáforas innovadoras. Es importante el uso y distribución del léxico, paralelismos y anáforas y se caracteriza por el predominio del verso libre. Su visión del mundo se basa en tres pilares: el amor, la naturaleza y la muerte.
Rafael Alberti: Nació y murió en el Puerto de Santa María, Cádiz. Se exilió en Argentina y recibió el Premio Cervantes en 1983. Su poética gira en torno al tema del paraíso soñado representado en el mar, el amor, el dolor, el conflicto espiritual o el destierro. Sus obras son: Marinero en tierra que recupera formas métricas populares combinadas con sonetos que expresan la nostalgia por el mar de Cádiz; Cal y canto tiene influencia vanguardista, especialmente futurista en poemas como “Madrigal al billete de tranvía” y además se aprecia el lenguaje culto y barroco propio de Góngora; Sobre los ángeles revela su conflicto espiritual y se centra en temas como el amor, la ira, el fracaso o el desconcierto. Utiliza técnicas surrealistas para expresar la desunión del cuerpo y el espíritu; El poeta en la calle y De un momento a otro pertenece a la poesía social en la que el autor se revela como revolucionario; Entre el clavel y la espada, escrita en el exilio mantiene carácter social de la etapa anterior pero con un tono más nostálgico del pasado vivido. Su estilo se caracteriza por el uso de anáforas, figuras de significado con matices cromáticos, por el verso libre y las imágenes surrealistas.
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