martes, 4 de enero de 2011

EL ESPERPENTO.

"Esperpento" es un hecho grotesco o desatinado, y que se caracteriza por la deformación grotesca de la realidad, al servicio de una implícita intención crítica de la sociedad.

La visión que tiene Valle de la España de su tiempo es cada vez más sombría y negativa y el reflejo de esta visión está en su obra pero el cambio que va del ambiente refinado y de lujosa voluptuosidad de las Sonatas a la mascarada grotesca de El ruedo ibérico no se hace a través de una ruptura tajante y brusca entre un estilo y otro sino gradualmente. Incluso en las Sonatas varios críticos han sabido ver el germen del esperpento en ciertas expresiones irónicas, escenas macabras, animalizaciones.. En las dos primeras comedias bárbaras y en la trilogía carlista, la exaltación de lo legendario se mezcla con la violencia, la crueldad y el lenguaje desgarrado. En esta obra se desarrolla el bárbaro proceso de degeneración de un linaje.

No debemos olvidar que el esperpento no es producto totalmente aislado. Quevedo en "El Buscón" sustituye el plano de la realidad por otro deformado y a finales del siglo XIX y principios del XX se extiende por toda Europa una corriente de esperpentismo, factor esencial del arte expresionista.

El esperpento es una deformación grotesca de la realidad con fines expresivos ("lo ha inventado Goya"), héroes nacionales contemplados en espejos cóncavos. distorsionados sistemáticamente.

El autor ante un mundo monstruoso y absurdo opera de forma selectiva, desintegra los hechos y ofrece al público lo que más le escandaliza y sobrecoge. Hace una crítica demoledora del orden establecido y el esperpento es a la vez tragedia y farsa.

El propio Valle expuso los nuevos conceptos estéticos en tres textos sobradamente conocidos: Max Estrella (escena XII de Luces de Bohemia), Don Estrafalario en el prólogo y epílogo de Los cuernos de Don Friolera y la célebre entrevista al periodista Martínez Sierra aparecida en el diario ABC el 3 de Diciembre de 1928. El autor ve a los personajes desde la altura y su mirada de ser superior hace que su visión sea desdeñosa, altiva e inmisericorde. Sus criaturas no están contempladas como en el teatro de los clásicos griegos como seres superiores ni como en las obras de Shakespeare en plano de igualdad, el superior es el autor que mueve a sus personajes como si fueran marionetas en una postura "de superación del dolor y de la risa".

Respecto a la cronología del esperpento hay que señalar 1920 como un año decisivo. Aparecen cuatro obras del autor: una tragicomedia de aldea Divinas palabras, esperpento rural y que está considerada obra maestra del teatro universal; dos farsas, Farsa de la enamorada del rey y Farsa y licencia de la reina castiza, y un esperpento, Luces de bohemia. En esta obra Valle transforma y deforma a sus criaturas al pasarlas por el tamiz del esperpento y transmite una imagen monstruosa de la realidad española: instituciones, burguesía, pueblo, nada ni nadie que tuviera alguna relevancia social se salva de la crítica. No cae en la sensiblería ni en la moraleja. Para Zamora Vicente desde el punto de vista lingüístico sería la obra maestra del esperpento y su estética resume la nueva manera de ver el mundo por parte del autor.

La trayectoria dramatúrgica de Valle Inclán no sigue un proceso lineal. "Entre Los cuernos de Don Friolera" (1921), alegato antimilitarista, y "La hija del capitán" (1927) dos esperpentos que constituyen con "Las galas del difunto" el titulado "Martes de carnaval". Valle Inclán escribió "Cara de Plata" (1922) la última de sus Comedias bárbaras.

Durante estos mismos años veinte compuso en la tradición granguiñolesca autos y melodramas para marionetas: "Ligazón" (1926), "La rosa de papel" y "La cabeza del Bautista" (1924) que, junto con "El embrujado" reunió en su Opera omnia con el título "Retablo de la avaricia, la lujuria y la muerte."

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