TEMAS
Los temas lorquianos no son muy numerosos pero aparecen de modo recurrente en su poesía. No se suelen encontrar tratados de manera aislada en un poema, habitualmente se suelen hallar entrelazados entre sí. Da la impresión, de presentarse de forma inesperada, como si fueran obsesiones que el poeta no puede alejar de sí y que le salen de modo espontáneo y natural. Por este motivo muchas veces los temas están inmersos en imágenes, en símbolos.
De entre todos, los más significativos son: la frustración, el amor, el tiempo, la muerte y el paisaje.
La frustración:
Es el tema clave en su poesía. El poeta la vive en sus carnes esencialmente por dos motivos; su interés por la música fue frenado por la negativa de sus padres a que se trasladara a París para seguir los estudios musicales y un segundo motivo más hondo e íntimo, su homosexualidad que tuvo que disimular y su poco éxito en las relaciones amatorias.
Estas dos frustraciones terminan configurando en Lorca una visión del mundo y de la literatura. El hombre es por naturaleza un ser frustrado y consciente de esa realidad ineludible.
Aparece en “Poema del cante jondo”, “Romancero gitano” y “Poeta en Nueva York”.
El amor:
Habla del amor como una fuerza comparable a la muerte. Es un amor completamente humano, carnal, sin idealización posible, que está presente en toda su obra. No hay más remedio que elegir entre la satisfacción superficial del deseo o la pasión retraída del amante, lo que termina produciendo una gran frustración.
Destaca en el “Romancero gitano”.
La muerte:
Este tema está íntimamente unido al del tiempo. Tanto el tiempo como la muerte son inquietantes y adquieren el grado de "terribles" porque aunque son lo más cotidiano de la existencia no dejan de aterrar nunca al poeta. Lorca considera la muerte una amenaza permanente e ineludible.
No es un paso hacia otra vida sino un muro que se interpone en nuestro camino de modo brutal y que no tiene nada que ver con la religión.
En el “Romancero gitano”, “Poema del cante jondo” y “Llanto por Ignacio Sánchez Mejías”.
El tiempo:
El paso del tiempo equivale al sentido perecedero de los seres y de las cosas, la imposibilidad se recuperar los años perdidos del pasado recuerda a la muerte. En la poesía lorquiana el tiempo va unido también a las referencias textuales como los relojes, las campanadas del reloj de la iglesia, las madrugadas que con frecuencia están personificadas.
El paisaje:
A través de a naturaleza, Lorca muestra un punto de vista externo al contenido del poema. Utiliza colores, personificaciones y símbolos distintos dependiendo del poema.
SÍMBOLOS
Los símbolos centrales de la obra de Lorca son:
La luna: es el más frecuente. Representa la muerte, pero también erotismo, fecundidad, esterilidad o belleza.
El agua: cuando corre, vitalidad. Si está estancada, muerte.
La sangre: representa la vida, y derramada la muerte (como en “Llanto por Ignacio…”). También simboliza lo fecundo o lo sexual.
El caballo y su jinete: portan valores de la muerte y la vida. Representan el erotismo masculino, la virilidad.
Las hierbas: también representan la muerte.
Los metales: aparecen con forma de armas blancas, que conllevan siempre tragedia. El cobre se asocia con el pueblo gitano.
Los temas lorquianos no son muy numerosos pero aparecen de modo recurrente en su poesía. No se suelen encontrar tratados de manera aislada en un poema, habitualmente se suelen hallar entrelazados entre sí. Da la impresión, de presentarse de forma inesperada, como si fueran obsesiones que el poeta no puede alejar de sí y que le salen de modo espontáneo y natural. Por este motivo muchas veces los temas están inmersos en imágenes, en símbolos.
De entre todos, los más significativos son: la frustración, el amor, el tiempo, la muerte y el paisaje.
La frustración:
Es el tema clave en su poesía. El poeta la vive en sus carnes esencialmente por dos motivos; su interés por la música fue frenado por la negativa de sus padres a que se trasladara a París para seguir los estudios musicales y un segundo motivo más hondo e íntimo, su homosexualidad que tuvo que disimular y su poco éxito en las relaciones amatorias.
Estas dos frustraciones terminan configurando en Lorca una visión del mundo y de la literatura. El hombre es por naturaleza un ser frustrado y consciente de esa realidad ineludible.
Aparece en “Poema del cante jondo”, “Romancero gitano” y “Poeta en Nueva York”.
El amor:
Habla del amor como una fuerza comparable a la muerte. Es un amor completamente humano, carnal, sin idealización posible, que está presente en toda su obra. No hay más remedio que elegir entre la satisfacción superficial del deseo o la pasión retraída del amante, lo que termina produciendo una gran frustración.
Destaca en el “Romancero gitano”.
La muerte:
Este tema está íntimamente unido al del tiempo. Tanto el tiempo como la muerte son inquietantes y adquieren el grado de "terribles" porque aunque son lo más cotidiano de la existencia no dejan de aterrar nunca al poeta. Lorca considera la muerte una amenaza permanente e ineludible.
No es un paso hacia otra vida sino un muro que se interpone en nuestro camino de modo brutal y que no tiene nada que ver con la religión.
En el “Romancero gitano”, “Poema del cante jondo” y “Llanto por Ignacio Sánchez Mejías”.
El tiempo:
El paso del tiempo equivale al sentido perecedero de los seres y de las cosas, la imposibilidad se recuperar los años perdidos del pasado recuerda a la muerte. En la poesía lorquiana el tiempo va unido también a las referencias textuales como los relojes, las campanadas del reloj de la iglesia, las madrugadas que con frecuencia están personificadas.
El paisaje:
A través de a naturaleza, Lorca muestra un punto de vista externo al contenido del poema. Utiliza colores, personificaciones y símbolos distintos dependiendo del poema.
SÍMBOLOS
Los símbolos centrales de la obra de Lorca son:
La luna: es el más frecuente. Representa la muerte, pero también erotismo, fecundidad, esterilidad o belleza.
El agua: cuando corre, vitalidad. Si está estancada, muerte.
La sangre: representa la vida, y derramada la muerte (como en “Llanto por Ignacio…”). También simboliza lo fecundo o lo sexual.
El caballo y su jinete: portan valores de la muerte y la vida. Representan el erotismo masculino, la virilidad.
Las hierbas: también representan la muerte.
Los metales: aparecen con forma de armas blancas, que conllevan siempre tragedia. El cobre se asocia con el pueblo gitano.
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