Movimientos de vanguardia
En los primeros años del siglo XX, tras la primera guerra mundial, los movimientos artísticos y culturales que surgen en Europa tienen un claro afán renovador y de cambio con respecto a los enfoques precedentes. Son los denominados movimientos de vanguardia. Éstos se caracterizaron por una serie de rasgos comunes basados en el rechazo a las propuestas artísticas anteriores, en la rebeldía y en la experimentación. Entre ellas destacan: la situación de rechazo ante las manifestaciones artísticas anteriores, la creatividad y originalidad por encima de todo, el gusto por la experimentación y la irracionalidad así como el elitismo, Se caracterizaron además, por su intención lúdica, es decir, su afán del arte por el arte; y la rebeldía y provocación con el fin de diferenciarse de los demás y atraer la atención sobre su arte.
En el caso la literatura, algunas de las tendencias vanguardistas más importantes son: el futurismo fundado por Filippo Tommaso y caracterizado por el rechazo radical del pasado, la atracción por las máquinas, el antisentimentalismo y la apología de la violencia. Este movimiento buscaba conseguir una nueva expresividad mediante la destrucción de la sintaxis, la omisión de los signos de puntuación y la eliminación de las imágenes convencionales.
Otra tendencia característica fue el fovismo, aparecido en 1905 en París y que fue considerado como uno de los primeros movimientos pictóricos de vanguardia del siglo XX, pero con una menor repercusión literaria.
Destaca también el dadaísmo, fundado por el escritor rumano Tristan Tzara, que cuestionó de forma radical los valores tradicionales establecidos, atacando los principios de la razón y que pretende desligar el arte de su significado. Para conseguir esto buscan pintar o escribir como lo hacían los niños.
Por otro lado, el cubismo, movimiento que intentaba plasmar la realidad desde diferentes puntos de vista y todos a la vez, tuvo más repercusión en la pintura que la literatura.
En relación con el surrealismo su fundador fue André Bretón. Se preocupa por el subconsciente, la vida más allá de la muerte y más allá de lo real.
El expresionismo, fue un movimiento de carácter germano y que tuvo su origen en la guerra. Éste buscaba reflejar a través de lo plástico el mundo interior de manera no ortodoxa, concediendo así, primacía a la realidad interior sobre la exterior. Se caracterizó por tener un concepto profundamente negativo y morboso del ser humano.
El ultraísmo, movimiento caracterizado por su deseo de superación de las vanguardias ya existentes, fue creado por Rafael Cansinos; aunque también se afirma que Ortega y Gasset estuvo detrás de su fundación. Esta corriente se caracterizó por la incorporación de elementos de diversas vanguardias, la ausencia sentimental y la afirmación de que el arte no servía para nada, es un arte efímero, que no buscaba cambiar la vida, ni la sociedad o la mentalidad.
Finalmente cabe destacar el creacionismo, un movimiento hispánico cuyo fundador fue Vicente de Huidobro. Esta corriente basada en el rechazo a la imitación de la realidad aboga por la creación de la misma. De esta manera, el poeta pasa de ser un mero imitador de la realidad a crearla como si fuera Dios.
En cuanto al lenguaje, esta corriente pretende la creación nueva y pura de la literatura a través de un lenguaje, poesía y recursos literarios nuevos.
Alejandro Bueno Bernal
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