miércoles, 26 de enero de 2011

LUCES DE BOHEMIA. PERSONAJES

Los más de 50 personajes que intervienen en la obra pertencen a distintos estratos sociales y de diversa condición moral.
Muchos de ellos están calcados de personajes reales, es el caso de Max Estrella, Alejandro Sawa en la realidad.
La técnica de Valle- Inclán para presentarnos ese mundo va desde la descripción de sus rasgos externos hasta una más completa caracterización
por sus actos y formas de hablar, mediante la sistemática deformación caricaturesca.
Unos son personajes planos (una sola faceta), como Claudinita y Max, y otros son personajes "tipo", (prostitutas), aunque en realidad están caricaturizados y a través de ellos se
representa una sátira de la realidad social.
En relación con la acción, todos son estáticos, no evolucionan ni modifican su manera de ser,

El primero y protagonista es Max Estrella. Es un bohemio muy conocido en la noche madrileña, Alejandro Sawa. Está representando al intelectual contemporáneo,
específicamente bohemio, que se acerca al pueblo-proletariado convirtiéndose en altavoz de sus reivindicaciones . Esto es lo que hace Valle, se está representando
a él mismo a travñes de ese doble literario.
Inicialmente, solo aparece preocupado por su situación personal. Los encuentros con el preso y la madre del niño le obligan a tocar fondo, no sin que antes
el autor nos haya mostrado su faceta más egoísta e incosciente.
Critica la corrupción política y compadece a la madre, pero se convierte en el verdugo de su mujer y su hija.
Este personaje es sometido a una sistemática degradación: la estafa y el engaño, el encarcelamiento o la venta de si dignidad, incluso después de su muerte.
En definitiva, es una personaje completo y espléndido, orgulloso y con conciencia de su mediocridad.
Destaca su furia con la sociedad y su sentimiento de profundidad con los oprimidios o la ternura que en alguna ocasión muestra.
Es un idealista reducido al estado de soñador, lo que provoca su muerte y el suicidio de su familia.

Por otro lado está Don Latino, su contrafigura. Podría ser cualquiera de los modernistas con los que vivía Sawa. Este personaje debe entenderse como un desdoblamiento
de la personalidad del protagonista.
Don Latino también reúne varias personalidades simbólico-míticas: la de Virgilio, la de Sancho Panza, la del Lazarillo...
Es el personaje más esperpéntico de toda la obra. Se caracteriza por su falta de moralidad y por ser un personaje cínico, parásito, que engaña a quien puede
y vive del sablazo ocasional. Apenas hay en él dignidad. Es un gran fantoche, el bohemio golfo que se arrima al bohemio heroico. Es una caricatura de la bohemia y
ala vez un tipo miserable por su deslealtad y su encallamiento.

Personajes importantes también son Madame Collet y Claudinita, que realmente son Jeanne Poirier, mujer de Sawa, y su hija.
El suicidio no es exacto históricamente. La mujer se volvió a Francia y se recasó. La hija se casó con un personaje famosillo de la bohemia y murió en los años
cuarenta.
Pertenecen al grupo de los personajes víctimas y están vistos con gran ternura y comprensión.

Los demás personajes se pueden clasificar en el grupo o clase social al que pertececen. Así pues, primeramente tenemos el mundo de la cultura. A través de los
modernistas y de personajes relacionados con ellos (Zaratustra, Basilio Soulinake o don Filiberto), Valle-Inclán está analizando el papel de la bohemia intelectual,
a los que ridiculiza en su conjunto.
Zaratustra representa el papel de los comerciantes de la cultura que se aprovechan del ingenio ajeno.
Don Filiberto representa la servidumbre de la prensa a la política.
Basilio Soulinake representa el caso extremo de la afición bohemia por el esoterismo y el pseudocientifismo.
Los únicos personajes de este mundillo que no aparecen ridiculizados son Rubén Darío y el Marqués de Bradomín.

Secundariamente está el grupo del mundo social (política y periodismo), que abarca a todos los marginados. Está representado en el libro por las dos prostitutas
y un chulo. Son personajes que no son conscientes de su miseria.

Por otro lado, está el pueblo, el proletariado, al que pertecen personajes marginales como las prostitutas. Cabe destacar que el autor es el grupo con el que menos
se mete, los trata de buenos modos.
A este grupo pertece fundamentalmente el preso, que es un proletario consciente, revolucionario, y se encarga de presentar esa conciencia social.

El último grupo que aparece es el de la autoridad. Aparece ridiculizada y criticada con dureza por servir a los intereses de la burguesía. Sus representantes son
el Capitán Pitito y los guardas que detienen a Max.
Todos ellos se caracterizan por su incultura y brutalidad.

En conclusión, Luces de Bohemia está protagonizada por toda una colectividad, y con esta elección de un protagonista colectivo, Valle-Inclán entronca con una
tradición literaria preocupada por lo social, al mismo tiempo que se anticipa a épocas posteriores en las que se ha descubierto a la sociedad como protagonista
de la obra artística.

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