martes, 18 de enero de 2011

Poetas de la Generación del 27

PEDRO SALINAS

Nació en Madrid en 1891, hijo de un comerciante en géneros, estudió Derecho y Filosofía y Letras. Su vida estuvo dedicada a la docencia universitaria, que comenzó como lector de español en La Sorbona desde 1914 a 1917; allí se doctoró en Letras y más tarde ganó la cátedra de Literatura española en Sevilla. Murió en Boston en 1951. Pedro Salinas es conocido como el gran poeta del amor del 27.

La obra poética de Salinas suele dividirse en tres etapas:

La etapa inicial (1923–1932) está marcada por la influencia de la poesía pura de Juan Ramón Jiménez y los ecos de las vanguardias futurista y ultraísta. Esta etapa se caracteriza por el diálogo entre el yo lírico y el tú de las cosas. Pertenecen a esta etapa Presagios (1923), Seguro azar (1929) y Fábula y signo (1931).

La etapa de plenitud (1933–1939) está formada por la trilogía amorosa inspirada en su amor por una estudiante estadounidense que conoció en España: La voz a ti debida (1933) presenta la historia de una pasión amorosa, desde su nacimiento hasta el final. Razón de amor (1936) examina lo que queda del amor cuando éste acaba. La pasión y el dolor de la separación son, los temas centrales del libro. Largo lamento (1939) continúa la línea marcada en las obras anteriores.

La etapa del exilio (1940–1951) está formada por El contemplado (1946), extenso poema en que dialoga con el mar de San Juan de Puerto Rico; Todo más claro y otros poemas (1949), donde trata el tema de la creación a través de la palabra, y su obra póstuma Confianza (1955), afirmación gozosa de la realidad vivida.

También fue autor teatral y escribió dos libros de relatos breves y al novela La bomba increíble.

Estilo: se caracteriza por la búsqueda de la esencia de la vida y de la belleza formal a través de la intelectualidad y utiliza la paradoja, juegos de ideas, metáforas insólitas etc. Usa un lenguaje poético aparentemente sencillo, predominando en su obra los versos cortos de rima asonante o sin ella y la escasez de adjetivos.

VICENTE ALEIXANDRE

Hijo de una familia de la burguesía española, nace en Sevilla en 1898 y muere en Madrid en 1984. Cursó estudios de Derecho y Comercio en Madrid. En 1925 se le declara una nefritis tuberculosa, que termina con la extirpación de un riñón, este hecho le marcó su vida y su obra. Después de la Guerra Civil no se exilia, a pesar de sus ideas izquierdistas, permanece en España y se convierte en uno de los maestros de los jóvenes poetas. Recibió el Premio Nacional de Literatura por La destrucción o el amor y en 1977 el Premio Nobel de Literatura.

Su obra poética presenta varias etapas:

Poesía pura. Su primer libro, Ámbito, es la obra de un poeta incipiente, que aún no ha encontrado su propia voz.

Poesía surrealista. En los años siguientes, entre 1928 y 1932, se produce un cambio radical en su concepción poética. Inspirado por los precursores del surrealismo adopta como forma de expresión el poema en prosa (Pasión de la Tierra, de 1935) y el verso libre (Espadas como labios, de 1932. En La destrucción o el amor, de 1935, se presenta la dicotomía entre la muerte y el amor como vía de destrucción del hombre y de fusión con la naturaleza. Otras obras son Mundo a solas y Sombra del paraíso.

Poesía antropocéntrica. Tras la guerra, su obra cambia, acercándose a las preocupaciones de la poesía social imperante. Dos son los libros fundamentales de esta etapa: Historia del corazón, de 1954, En un vasto dominio, de 1962 y Retratos con nombre (1965).

Poesía de vejez. En sus últimos libros (Poemas de la consumación, de 1968, y Diálogos del conocimiento, de 1974), el estilo del poeta vuelve a dar un giro. La experiencia de la vejez y la cercanía de la muerte le llevan de vuelta al irracionalismo juvenil, aunque en una modalidad extremadamente depurada y serena.

Estilo: Predomina el uso de metáforas innovadoras, no basadas en semejanzas. Es importante para el autor el gran cuidado en el uso y distribución del léxico, paralelismos, anáforas etc. Se caracteriza por el predominio del verso libre.

RAFAEL ALBERTI

Nació y murió en El Puerto de Santa María (1902-1999). Poeta miembro de la Generación del 27, está considerado uno de los mayores literatos españoles. Tras la Guerra Civil Española se exilió debido a su militancia en el Partido Comunista de España. A su vuelta, tras el fin de la dictadura franquista, fue nombrado Hijo Predilecto de Andalucía en 1983 y Doctor Honoris Causa por la Universidad de Cádiz en 1985. Recibió el Premio Cervantes en 1983.

Cabe distinguir cinco momentos en la lírica albertiana: neopopularismo, gongorismo, surrealismo, poesía política y poesía de la nostalgia.

El primer ciclo de su poesía está constituido por Marinero en tierra, donde expresa su nostalgia por no poder disfrutar del mar de su tierra natal y por la que obtuvo el Premio Nacional de Poesía. En La amante (1926) refleja sus impresiones por distintos puntos de Castilla. A esta obra le siguió El alba del alhelí (1927).

En un segundo momento, Cal y canto (1929). El gongorismo está en la profunda transfiguración estilística a que se someten los temas.

La tercera etapa; esto es, la surrealista— nace como consecuencia de una grave crisis personal y en el marco de la crisis estética general común entonces a todo el arte de Occidente. Su obra cumbre es Sobre los ángeles. Utiliza técnicas surrealistas para expresar la desunión del cuerpo y el alma. En ella aparecen ángeles malos que simbolizan los sentimientos de dolor y desesperanza del poeta.

Es, seguramente, el libro mayor del poeta, que prolongará sus tonos apocalípticos en Sermones y moradas.

Cuarta etapa que lo conduce al ámbito de la poesía política. Con el establecimiento de la Segunda República Española (1931), Alberti se escora hacia las posiciones del marxismo. Los poemas de estos años serán recogidos en De un momento a otro (1937) y El poeta en la calle (1938).

En el destierro, se inicia el último ciclo de Alberti. De la poesía no política cabe destacar Entre el clavel y la espada (1941), escrita en el exilio, mantiene el carácter social de la etapa anterior, pero con un tono más nostálgico.

Estilo: Incluye una amplía variedad, tanto de estilos como de temas. Se caracteriza por el uso de anáforas, figuras de significado con matices cromáticos, por el verso libre y las imágenes surrealistas.


Juan Sancho Tovar

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